La domótica ha tenido una evolución notable desde los primeros electrodomésticos que salieron al mercado, y los primeros mandos de control remoto.
Desde los años 80 del siglo pasado, la automatización ha sido un norte para la tecnología, que aspira a mejorar la vida cotidiana de las personas mediante dispositivos que se pueden controlar con el Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés).

El concepto de casas inteligentes, o Smart home, se basa precisamente en que sus servicios estén monitorizados a distancia, desde el móvil o el ordenador, y con ellos se puede ahorrar energía y aumentar la seguridad.

 

Evolución de la domótica, sus inicios

 

Si bien podemos encontrar los antecedentes de la domótica en los primeros electrodomésticos –la plancha eléctrica en 1903, la aspiradora en 1907, la nevera doméstica y el lavavajillas en 1913, la lavadora en 1930, por nombrar solo los pioneros–, en rigor su origen data de los años 70.

La automatización llegó de mano de los mandos para cerrar las puertas de los aparcamientos, o las luces con sensores de movimiento; así también, la fibra óptica o los controles para termostatos.

A partir de los 90, junto con el boom de internet, se presentó una revolución en las comunicaciones, que propició una cadena de mejoras en todos los dispositivos; podríamos señalar 2007 como un hito, ya que ese año se lanzó al mercado el primer móvil inteligente.

Desde aquel momento hasta ahora, la tecnología no ha hecho, sino evolucionar a pasos agigantados, haciendo realidad el sueño de una casa conectada a un súper ordenador desde el que controlar la temperatura, abrir o cerrar puertas y ventanas, poner música y un etcétera que ya nada tiene de ciencia ficción.

Las casas inteligentes son hoy una realidad cada vez más cerca del bolsillo de todos, gracias, entre otras cosas, a tecnologías como ZigBee o Z-wave, que han simplificado y optimizado los recursos tecnológicos.

 

Qué es ZigBee

 

ZigBee es un conjunto de protocolos de comunicación inalámbrica que se usa con radiodifusión digital de bajo consumo; se basa en el estándar IEEE 802.15.4 de redes inalámbricas (en inglés, Wireless personal area network, WPAN).

La domótica es donde cobra más fuerza ZigBee, ya que su intención es lograr aplicaciones que necesitan comunicaciones seguras con una baja tasa de envío de datos para optimizar la vida útil de las baterías.

Qué es Z-wave

 

Z-wave es un estándar internacional para la automatización inalámbrica de las casas inteligentes; en otras palabras, es un protocolo de comunicaciones que permite que todos los aparatos electrónicos de un hogar estén interconectados en una red de malla.

Podríamos decir que a día de hoy es lo último en la domótica, especialmente utilizado en las casas inteligentes y en aquellas edificaciones de oficinas o de otros usos donde se requiere control de climatización, ahorro energético o seguridad, entre otras cosas.

Utiliza señales de radio de baja potencia que se transmiten con facilidad por pisos, paredes y muebles sin que dispositivos inalámbricos interfieran. Z-wave unifica todos los aparatos electrónicos que tengas en tu casa (y sean compatibles entre sí) para integrarlos en una red.

Lo mejor es que no se requieren sistemas complicados o cableados, y cualquier dispositivo que esté habilitado con Z-wave se añade fácilmente a la red, e incluso permite que otros dispositivos no habilitados se hagan compatibles a través de la conexión de un módulo.

En pocos años hemos visto cómo la domótica ha invadido nuestras vidas y nuestros espacios de forma irreversible, y en el futuro más que cercano nuestras casas serán inteligentes por completo.